viernes, 7 de noviembre de 2008
Filosofia de la aceptación
El placer no puede existir sin el dolor, pues ambos son como la parte frontal y la trasera, o como el ancho y el largo de una misma cosa. Por ello es absurdo tratar de aferrarse a uno de ellos, mientras intentamos empujar al otro fuera de nuestras vidas. Lo mismo puede decirse de la vida y la muerte, pues la vida está hecha de tal modo que depende totalmente de la muerte, siendo en realidad un proceso ininterrumpido de vivir y morir, comenzar y terminar, arrancar y detenerse, ascender y descender. Sin todo esto no podría haber movimiento, ni crecimiento, ni nada que pudieramos llamar vida. Al igual que la música depende de la interrelación entre las notas y los silencios, la existencia depende del vivir y del morir, los dos opuestos que son su padre y su madre. Por ello negar o tratar de rechazar a uno de esos dos opuestos significa negar la existencia en si misma. Quien los acepte a ambos, podemos decir que se halla en paz y que se siente cómodo en el mundo, pues se ha identificado a sí mismo con la criatura de ambos opuestos, que no es otra que la vida en todos sus aspectos. Esta es la justificación filosófica de la aceptación.
Hablando de Zen
Alan Watts
Ed Sirio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario