jueves, 17 de abril de 2008

El arte de barrer IX


Lo único que estropea de verdad esto de barrer es el agua. Si quieres barrer llorando, es asunto tuyo, pero no te quejes...Ahora, si quieres regar después de barrer, miel sobre hojuelas. ¡Qué brillo, que esplendor, que limpieza! Es la gran purificación.

Observando a un barrendero desde alguna distancia, se tiene la impresión de que está algo borracho. Va haciendo eses, ¿no? ¿lo emborrachará al barrido?

Es muy importante, al barrer, estar atento a lo que se hace. Concéntrate en el momento presente, en el suelo lleno de hojarasca. Si te pones a soñar, vas por mal camino como barrendero. Quizás con el tiempo podrás demostrar tu virtuosidad, haciendo remolinos llenos de gracia con tu escoba.

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